Es de todos conocidos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se encuentran claramente relacionados con el concepto de desarrollo humano sostenible que tiende a convertirse en el paradigma que ha de orientar todos los esfuerzos de desarrollo en general, sin ser los de CECADE una excepción. De ahí que, desde su adopción, como organización de la sociedad civil, esta agenda de desarrollo no ha sido solo una influencia del trabajo institucional, sino que se ha constituido como lineamientos que han permeado el trabajo de la organización.
Así institucionalmente, no solo se comparten y promueven los principios y valores recogidos en esta Agenda, sino que se han hecho verdaderos esfuerzos para ir adaptando las estrategias de trabajo, poniendo en marcha procesos eficaces de alineamiento, planificación e implementación para hacer que los ODS se conviertan en una guía transformadora verdaderamente útil.
De ahí el impulso por liderar desde la sociedad civil los esfuerzos de difusión de la Agenda 2030, pero también de ordenamiento y búsqueda de consensos entre los diferentes actores (Estado, sociedad civil y sector privado empresarial) sobre las estrategias conjuntas más idóneas para el logro de los ODS, tanto a nivel nacional como local.